• La pandemia se convirtió en un escenario propicio para que perpetradores utilicen todas las herramientas que tienen a su alcance para vulnerar a niñas y niños. Frente al tema, entregamos recomendaciones para seguir desde casa.

Entre las clases virtuales, confinamiento y el acceso a internet sin restricciones, abren un flanco que es aprovechado por los perpetradores: El grooming.

Hasta principios de abril, y considerando el periodo de pandemia en Chile, la PDI ha recibido 18 denuncias de grooming, esto es, abusos de tipo sexual a niños, niñas y adolescentes mediante la web. ¿Cómo prevenir? ¿Qué alternativas tenemos para evitar este tipo de abusos? Nuestra investigadora, Dra. María Belén Ortega, lleva años abordando esta problemática y entrega algunas recomendaciones.

“El problema que tenemos con el grooming tiene que ver con la posibilidad de tener perfiles falsos en redes y el acceso que tienen los niños, en medio del aburrimiento de estar en la casa, a estar muchas horas frente a un computador o cualquier dispositivo con acceso a internet, hace que sea difícil controlarlo, ya que el tiempo de conexión es mayor y los padres o el adulto responsable no tiene la capacidad de control y supervisar en qué está el niño”.

Con los niños en casa, las plataformas de moda, como Tiktok y los distintos juegos virtuales, son un buen sitio donde los pedófilos escriben para ganarse la confianza de los niños y niñas y luego extorsionarlos.

“A esta situación, hay que sumar la situación de los adultos violentadores o perpetradores de abuso, quienes también están en su casa y 100% on-line, por lo tanto, se dan todas las facilidades para que creen nuevas estrategias y nuevas formas de cómo conseguir víctimas, ya que en todos lados (páginas, juegos on-line) aparecen links que te pueden llevar a cualquier lado. También tenemos los perfiles en Redes Sociales, los que muchas veces están abiertos y cualquiera puede acceder a ellos, exponiendo información sensible que puede ser aprovechada de manera maliciosa para acercarse a los niños”.

¿Y qué podemos hacer? Siempre considerando que los niños están constantemente experimentando y aprendiendo, no debemos dejar la responsabilidad en ellos, porque “después de todo, el niño o niña es un ser en desarrollo, que está buscando cosas, nuevas experiencias y conociendo, y muchas veces son engañados y manipulados. Es muy difícil que se puedan auto-controlar y somos los adultos los que debemos establecer el control, como en el número de horas de acceso a internet, ya que un tiempo excesivo sólo acarreará problemas y, además, saber qué están haciendo allí. No es hacer de policías, hay que establecer espacios de conversación con los niños y saber qué le gusta y qué hace, pero que no lo vea como control, sino como espacio de compartir y encontrarse”.

Aparte de restringir un poco el horario en la red, es bueno establecer actividades y quehaceres fuera de internet. “Considerando el espacio de un departamento, que muchas veces es pequeño, podemos realizar juegos, como los de mesa, que son una buena opción y permite ser autónomos, ya que si no tienen hermanos y los padres están en modo teletrabajo, es una buena forma de recrearse”. “Siempre debemos considerar que somos seres físicos, no virtuales y por ello debemos enseñarles a los niños la relación física con el espacio, que sepa interactuar, ya que va a crecer y aprender”, concluye.